Al día siguiente llamé a Valentín. Me dijo que Ari estaba
más animada, y que había cenado y desayunado bien. Eso me alegró. Sin embargo
yo no dormí en toda la noche… tras mucho pensar, supe que si Ariadna no quería
saber nada de mí yo tendría que aceptarlo y no la molestaría mas. Después del
daño que le hice sería lo más normal, así que supongo que mi subconsciente
empezó a asimilarlo. También pensé en Bianca. Y decidí llamarla, y así lo hice.
Sorprendentemente me cogió el teléfono.
- - ¿Sí?
- -Hola, ¿cómo estás?
- -No lo sé, la verdad. ¿Qué quieres?
- -Hablar contigo, ¿podemos vernos en algún lugar?
- -Supongo… En media hora en el parque.
- -Allí estaré.
Fui allí con mucha prisa. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Y
la ví llegar.
- -Hola – me dijo.
- -Hey..
¿qué tal?
- -Bueno.. ahí voy. ¿Y tú?
- -Pues mal…
- -¿Cómo se lo ha tomado tu novia? ¿O no se lo has
dicho?
- -Sí, se lo he dicho. Está bastante afectada.
- -Ya, normal… ¿Y tú has pensado algo?
- -No.. la verdad es que no. Aún sigo intentando
hacerme a la idea de todo. Pero tengo claro que pase lo que pase, tengo que
aceptarlo.
- -Ya… ¿y si ella te deja?
- -Pues.. debo seguir adelante. Está claro que no
me gustará, pero…
- -¿Y yo?
- -¿Tú, qué?
- -¿Y si yo quiero seguir contigo?
Eso me descolocó. Me lo soltó así, sin más, y yo me quedé
quieta.
- -Pues…
- -Yo he pensado bastante, y he llegado a la
conclusión de que creo que te va a perdonar.
- -¿Por qué?
- -Yo lo haría.
- -Ahh… ¿entonces..?
- -No quiero que pase eso. Así que quiero decirte
que si te vas con ella no volverás a saber de mí.
- -¿Qué? ¿Me estás haciendo elegir entre ella y tú?
- -Sí, también puedes tomártelo así. Ella o yo.
- -Pero… eso no es justo.
- -Bueno, lo que tú has hecho tampoco lo es.
- -Ya, pero…
- -Si me eliges a mí, no podrás volver a hablar con
ella nunca más.
- -Eso es muy cruel.
- -No. Ponte en mi lugar. Te quiero, ¿sabes? Y si tú
quieres estar conmigo es lógico que no me haga gracia que te juntes con ella.
- -Ya, lo entiendo, pero…
- -¿Pero qué? ¿Qué piensas hacer, quedarte con la
que te perdone?
- -No, claro que no.
- -Pues eso es lo que parece.
- -Mi prioridad no es que me perdonéis, si no arreglar
todo esto. No quiero que nadie sufra por mi culpa.
- -Ya, pero para eso es demasiado tarde. Así que ya
lo sabes, o ella o yo.
- -¿Estás segura de eso?
- -Sí. Muy segura.
- -Bueno… pues no sé qué decirte…
- -No espero que me respondas ahora. Sólo quiero
que lo pienses muy bien todo. Que pienses en todo lo que te he dado yo, en lo
que te he dicho y lo que he hecho por ti, que no es poco.
- -Lo sé.
- -Bueno… pues ya nos veremos. Te llamaré para ver
si has pensado algo.
- -Está bien.
Me quedé sola en el banco del parque. Mirando al suelo. No
podía creérmelo. Me estaba haciendo elegir entre Ariadna y ella. Y realmente es
que poniéndolo en una balanza, estaban igualadas. Las dos han hecho cosas
increíbles por mí, y era muy difícil elegir… por no decir que era imposible.
Me fui a casa. Y empezó a llover. Miré hacia arriba, y el
tono del cielo iba a juego con mi interior. Todo estaba apagado dentro de mí.
Sentía que podía perder a Ariadna, y
también a Bianca. Eran muy diferentes, pero lo cierto es que para mí eran
iguales. Me veía como en un cruce de caminos, y yo en el centro mirando hacia
cuál caminar. Sabía que el final de ambos caminos era la felicidad, acompañada
del permanente pensamiento de: ‘’Qué hubiera pasado si…’’
Sabía que era un antes y un después, que esta decisión cambiaría
el rumbo de mi vida para siempre. Pero seguía sin saber qué hacer. Llegué a
casa, y me fui a la cama sin cenar.
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